viernes, agosto 18, 2006

¿ASPIRANTES A SER DIOS O CRÍTICOS DESHONESTOS?

Por Mervy Enrique González Fuenmayor

- Miércoles dieciséis de agosto de dos mil seis -

Me coloco frente al monitor de mi computadora aproximadamente a las nueve de la noche del día miércoles 16 de agosto de 2006, para tratar de materializar en la escritura un conjunto de apreciaciones, reflexiones y puntos de vista, que me ha generado la lectura del evangelio correspondiente a esta fecha, relativo al evangelio según san Mateo en su capítulo 18 versos 15 al 20. Después de haber hecho oración, y haber meditado esa palabra de Dios, emergieron diversidad de interrogantes y un examen no solamente particular de cómo me conduzco con mi prójimo, en mi entorno, dentro de la sociedad y en las diversas ocupaciones que desempeño. Ello me llevó, a mirar también los patrones conductuales de mi generación, de la pasada, de la generación del presente, así como los valores contenidos o en las que se inspiran tales conductas. Después de pensar y analizar detenidamente estas situaciones, extraje coincidencias, similitudes y afinidades que pudieran considerarse como un mínimo común denominador que caracteriza la conducta en general de nosotros los seres humanos, y que el lector cuando termine de leer este artículo, seguramente se llevará algunas sorpresas como yo mismo las he encontrado. Y es que la naturaleza humana es muy compleja y tan sólo por ser criaturas de Dios dotadas de libre albedrío, ya constituye una dificultad para entender en su justa e infinita dimensión a los seres humanos. Para permitir una mayor comprensión del núcleo central de este artículo, con vuestra licencia transcribo a continuación el extracto de la palabra de Dios señalada anteriormente:

<< Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos. SI les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el publicano. >>

<< Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra, quedará desatado en el cielo. >>

<< Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. >>

Ciertamente que la palabra de Dios contenida en ese evangelio nos permite multiplicar potencialmente el mensaje que el Señor nos anuncia desde ese texto tan hermoso. Desafortunadamente en la vida cotidiana pareciera que no tomáramos en cuenta la verdades contenidas en ese libro tan importante para nuestras vidas como lo es la Biblia, en ella encontramos el pasado, el presente y el futuro del ciclo existencial. Antes de dedicarnos al examen del texto pre aludido, y siempre con la permisividad vuestra, trataré de establecer las precisiones pertinentes con el propósito de mantener la coherencia y logicidad del contenido de las presentes reflexiones y de la finalidad que persiguen.

Primeramente es de suyo apuntar lo que traduce el vocablo Dios, para ello nos auxiliaremos de los siguientes textos: el diccionario de la real academia española le da significado conforme a la siguiente transcripción:

Dios. (Del lat. deus). m. Ser supremo que en las religiones monoteístas es considerado hacedor del universo. ORTOGR. Escr. con may. inicial. || 2. Deidad a que dan o han dado culto las diversas religiones. || Dios Chico. m. Ceremonia subsiguiente a la procesión del Dios Grande para llevar sin solemnidad la comunión a los enfermos que no pudieron recibirla entonces. || Dios Grande. m. coloq. En Madrid, procesión solemne que en las domínicas después de Pascua de Resurrección salía de cada parroquia para administrar la comunión a los enfermos. || Dios Padre. m. Rel. Padre (ǁ primera persona de la Santísima Trinidad). || a Dios. loc. interj. adiós (ǁ para despedirse). || 2. adiós (ǁ para denotar no ser ya posible evitar un daño). || 3. adiós (ǁ para expresar decepción). || a Dios y a dicha, o a Dios y a ventura. locs. advs. Inciertamente, sin esperanza ni seguridad de feliz éxito en lo que se emprende. || alabado sea Dios. expr. U. como salutación al entrar en alguna parte. || 2. bendito sea Dios. || a la buena de Dios. loc. adv. Sin preparación, al azar. || 2. coloq. Sin artificio ni malicia. || a la de Dios, o a la de Dios es Cristo, o a lo de Dios. locs. advs. coloqs. Dicho de obrar o de emprender un asunto: Sin consideración. || amanecerá Dios, y medraremos. expr. coloq. U. para diferir a otro día la resolución o ejecución de algo. || 2. coloq. U. para indicar que el tiempo puede cambiar favorablemente las cosas. || amanecer Dios. fr. coloq. amanecer (ǁ empezar a aparecer la luz del día). || anda con Dios. expr. U. para despedir a alguien. || 2. vaya por Dios. || aquí de Dios. loc. interj. U. para pedir a Dios ayuda, o poniéndole por testigo. || así Dios me salve. expr. U. como juramento. || así Dios te dé la gloria, o te guarde. exprs. U. como deprecación para juntarse a la petición o súplica de algo. Así Dios te dé la gloria, que me socorras con una limosna. Así Dios te guarde, que me favorezcas en esto. || ay Dios. loc. interj. U. para expresar dolor, susto, lástima, etc. || bendecir Dios a alguien. fr. Prosperarle, hacerle feliz. Dios te bendiga. || bendito sea Dios. loc. interj. U. para denotar enfado, y también conformidad en un contratiempo. || cada uno es como Dios le ha hecho. expr. coloq. U. para explicar y disculpar las genialidades de carácter de cada uno. || clamar a Dios. fr. Afligirse, desesperarse. || 2. Dicho de una cosa: Resultar mal hecha o contra ley y justicia. Eso clama a Dios. || como Dios es mi Padre. expr. como hay Dios. || como Dios es servido. loc. adv. Dicho de suceder algo: Con poca satisfacción nuestra. || como Dios está en los cielos. expr. como hay Dios. || como Dios da a entender a alguien. loc. adv. coloq. Como buenamente se puede, venciendo de cualquier modo las dificultades que para hacer algo se presentan. || como Dios sea servido. loc. adv. Si Dios quiere y lo permite. || como hay Dios. expr. U. como fórmula de juramento para afirmar o negar algo. || con Dios. (De [quedad , o queden] con Dios). expr. U. para despedirse. || creer alguien en Dios a macha martillo, o a puño cerrado. frs. coloqs. No querer entrar en disputas de religión, preciándose de buen católico. || dar a Dios a alguien. fr. Administrarle el viático. || darse a Dios y a los santos. fr. coloq. Incomodarse, afligirse con exceso. || de Dios. loc. adv. coloq. Copiosamente, con gran abundancia. Llueve de Dios. Se ha cogido trigo de Dios. || de Dios, el medio. expr. U. para exagerar la propensión que alguien tiene a hurtar. Hurtar de Dios, el medio. || de Dios en ayuso. loc. adv. ant. De Dios abajo. || de Dios venga el remedio. expr. U. para expresar la imposibilidad humana de remediar un daño. || dejar Dios de su mano a alguien. fr. Proceder tan desarregladamente que parezca que Dios le ha abandonado. || dejarlo a Dios. fr. Fiar a la Divina Providencia el éxito de un negocio o el desagravio de una injuria. || delante de Dios y de todo el mundo. loc. adv. coloq. Con la mayor publicidad. || de menos nos hizo Dios. expr. U. para explicar la esperanza que se tiene de conseguir lo que se intenta, aunque parezca desproporcionado. || descreer de Dios. fr. Renegar de Dios. || después de Dios, la olla. expr. coloq. U. para explicar que en lo temporal no hay nada mejor que tener qué comer. || digan, que de Dios dijeron. expr. coloq. U. para despreciar la murmuración o los dichos ajenos. || Dios. interj. U. para expresar admiración, asombro u horror. || Dios amanezca a usted con bien. expr. coloq. U. para manifestar a alguien el deseo que se tiene de que llegue con felicidad al día siguiente. || Dios da ciento por uno. expr. U. para indicar que los actos de caridad siempre alcanzan gran recompensa para quien los practica. || Dios dará. expr. U. para animar nuestra confianza para socorrer liberalmente las necesidades del prójimo. || Dios dé el remedio. expr. de Dios venga el remedio. || Dios delante. loc. adv. coloq. Con la ayuda de Dios. || 2. expr. Sea lo que Dios quisiere. || Dios dijo lo que será. expr. U. para explicar la duda del cumplimiento o certeza de lo que se promete o asevera. || Dios dirá. expr. U. para remitir a la voluntad de Dios el éxito de lo que nos prometemos. || Dios es Dios. expr. Unida a otras expresiones, indica que alguien se mantiene con terquedad en su opinión sin ceder a la razón. Dios es Dios, que ha de ser esto. || Dios es grande. expr. U. para consolarse en una desdicha recurriendo al gran poder de Dios, de quien se espera que la remedie. || Dios lo oiga, y el pecado sea sordo. expr. coloq. U. para expresar el deseo de que suceda bien lo que se intenta. || Dios mantenga. expr. U. como saludo rústico y considerada como descortés cuando era dirigida a superiores. || Dios mediante. expr. Queriendo Dios. || Dios me entiende. expr. U. para denotar que lo que se dice no va fuera de razón, aunque no se pueda explicar por algún motivo o respeto, y por eso parezca despropósito. || Dios me haga bien con esto o aquello. expr. U. para dar a entender a alguien que está contento con lo que tiene, y que no quiere o apetece otra cosa. || Dios mejorará sus horas. expr. U. para dar esperanza en la adversidad. || Dios me perdone, pero... expr. coloq. U. al ir a emitir un juicio desfavorable o temerario. || Dios mío. loc. interj. U. para significar admiración, extrañeza, dolor o sobresalto. || Dios nos asista, o nos la depare buena, o nos coja confesados, o nos tenga de su mano. exprs. U. para indicar el deseo de la intervención divina para evitar un mal inminente y, al parecer, inevitable. || Dios sabe. expr. U. para indicar que algo cae fuera de nuestro saber, sea para encarecerlo, sea para darlo como dudoso. Dios sabe lo que me cuesta. Dios sabe dónde estará. || Dios sobre todo. expr. U. cuando se duda del resultado de algo. || Dios te ayude. expr. U. para saludar a alguien cuando estornuda. || Dios te la depare buena. expr. coloq. U. para dar a entender la duda o recelo que se tiene de que no salga bien lo que se intenta. || 2. coloq. U. para expresar la contingencia que tiene algo cuando se emprende sin probabilidad de lograrlo. || Dios ve las trampas. expr. coloq. U. para explicar la esperanza de que Dios castigará al que se presume ha obrado con engaño, haciendo que este se vuelva contra él. || Dios y ayuda. loc. sust. coloq. Sumo esfuerzo que es necesario para lograr algún propósito. Vas a necesitar Dios y ayuda para resolverlo. U. t. c. loc. adv. || donde Dios es servido. loc. adv. En un lugar o sitio indefinido o indeterminado. || dormir en Dios. fr. descansar. || en Dios y en conciencia, o en Dios y mi alma, o en Dios y mi ánima. exprs. U. como fórmula de juramento o aseveración de algo. || estar alguien con Dios. fr. gozar de Dios. || estar de Dios algo. fr. Estar dispuesto por la Providencia, y por consiguiente ser inevitable. || estar alguien fuera de Dios. fr. Obrar disparatadamente. || fuera sea de Dios. expr. U. cuando alguien maldice algo con inmediato respeto a Dios. Maldita sea tu alma, fuera sea de Dios. || gloriarse en Dios. fr. gloriarse en el Señor. || gozar alguien de Dios. fr. Haber muerto y conseguido la bienaventuranza. || hablar con Dios. fr. orar (ǁ hacer oración). || 2. coloq. Volar a gran altura. || hablar Dios a alguien. fr. inspirar (ǁ iluminar el entendimiento). || hacer algo como Dios manda. fr. coloq. Hacerlo bien, con exactitud y acierto. || herir Dios a alguien. fr. Castigarle, afligirle con trabajos y penalidades. || irse alguien bendito de Dios. fr. irse mucho con Dios. || irse alguien con Dios. fr. Marcharse o despedirse. || 2. irse mucho con Dios. || irse mucho con Dios. fr. Marcharse con enfado, voluntariamente o despedido. || juro a Dios. expr. voto a Dios. || la de Dios es Cristo. loc. sust. f. coloq. Gran disputa, riña o pendencia. Se va a armar la de Dios es Cristo. Y aquí fue la de Dios es Cristo. Cambió la guitarra y entonces hubo la de Dios es Cristo. || 2. coloq. Bulla, algazara. || líbrenos Dios de "hecho es". expr. U. para dar a entender que lo hecho no tiene remedio. || llamar a Dios de tú. fr. coloq. Ser demasiado franco, tener excesiva confianza en el trato con los demás. || 2. coloq. Dicho de una persona o de una cosa: Ser de gran mérito. || llamar Dios a alguien. fr. morir (ǁ llegar al término de la vida). || 2. Inspirarle deseo o propósito de mejorar de vida. || llamar Dios a alguien a juicio, o para sí. frs. morir (ǁ llegar al término de la vida). || llamar Dios a alguien por un camino. fr. coloq. Tener aptitud para algo determinado. U. m. con neg. || maldita de Dios la cosa. loc. adv. coloq. Nada absolutamente. || mejor te ayude Dios. expr. U. para replicar y dar a entender a alguien que lo que ha dicho y sentado es incierto, o que lleva dañada intención. || miente más que da por Dios. expr. coloq. U. para ponderar el exceso con que alguien miente. || no es Dios viejo. expr. coloq. U. para explicar la esperanza de lograr en adelante lo que una vez no se ha logrado. || no haber para alguien más Dios ni Santa María que algo. fr. coloq. Tener a algo excesivo amor, pasión o cariño. Para él no hay más Dios ni Santa María que el juego. || no se ha muerto Dios de viejo. expr. coloq. no es Dios viejo. || no servir a Dios ni al diablo alguien o algo. fr. coloq. Ser inútil o inepto. || no tener alguien sobre qué Dios le llueva. fr. coloq. Ser sumamente pobre. || ofender a Dios. fr. pecar (ǁ quebrantar la ley de Dios ). || oh Dios. loc. interj. U. para expresar asombro y horror. || para aquí y para delante de Dios. expr. coloq. U. para encarecer la firmeza de una resolución o la sinceridad de una promesa. || par Dios. loc. interj. U. como fórmula de juramento. || permita Dios. expr. U. para manifestar el deseo de que suceda algo. La mayoría de las veces forma parte de una imprecación. || plega, o plegue, a Dios. exprs. U. para manifestar el deseo de que suceda algo o el recelo de que no suceda como se desea. || poner a Dios delante de los ojos. fr. Proceder y obrar con rectitud de conciencia, sin tener respeto a los intereses mundanos. || poner a Dios por testigo. fr. Invocar su santo nombre para aseverar lo que se dice. || ponerse bien con Dios. fr. Limpiar la conciencia de culpas para volver a su gracia. || por Dios. expr. U. para pedir limosna, o esforzar una súplica cualquiera. || 2. loc. interj. U. como fórmula de juramento. || que Dios goce, o que Dios haya. exprs. U. para añadir piadosamente al nombrar a un difunto. || que Dios le ampare, que Dios le bendiga, o que Dios le socorra. exprs. U. para despedir al mendigo cuando no se le socorre. || quiera Dios. expr. U. para explicar la desconfianza de que algo salga tan bien como uno se la promete. || recibir a Dios. fr. comulgar (ǁ recibir la comunión). || sabe Dios. expr. U. para manifestar la inseguridad o ignorancia de lo que se trata. || ser algo para alabar a Dios. fr. coloq. Ser admirable por su perfección, abundancia, etc. || ser algo un contra Dios. fr. coloq. Resultar sumamente injusto. || si Dios es servido, o siendo Dios servido. locs. advs. como Dios es servido. || sin encomendarse a Dios ni al diablo. loc. adv. coloq. Dicho de arrojarse a ejecutar algo: Con intrepidez y falta de reflexión. || si no mirara a Dios. loc. interj. U. para expresar que se contiene el enojo o la venganza por el respeto debido a Dios, que lo prohíbe. || si no quisiera Dios. expr. U. para denotar vivo deseo de que no suceda algo. || si quisiera Dios. expr. U. para denotar vivo deseo de que suceda algo. || sírvase Dios con todo. expr. U. para conformarse con la voluntad divina en los trabajos y adversidades. || tener Dios a alguien de su mano. fr. Ampararle, asistirle, detenerle cuando va a precipitarse en un vicio o exceso. || 2. Contenerle, infundirle moderación y templanza. || tentar a Dios alguien. fr. Ejecutar o decir algo muy arduo o peligroso, como queriendo hacer experiencia de su poder. || tomar a Dios los puertos. fr. coloq. Hacer buenas obras para obligarle. || tomarse con Dios. fr. Obstinarse en proseguir obrando mal, sin hacer caso de los avisos y castigos de Dios. || tratar alguien con Dios. fr. Meditar y orar a solas y en el retiro de su corazón. || un Dios os salve. loc. sust. m. coloq. desus. Cuchillada en la cara. || vale Dios. loc. adv. coloq. Por fortuna, por dicha, así que así, así como así. || válgame, o válgate, Dios. locs. interjs. U. para manifestar con cierta moderación el disgusto o sorpresa que nos causa algo. || vaya bendito de Dios. expr. U. para despedir al mendigo. || 2. coloq. U. para manifestar haber perdonado a alguien algún agravio, o que no se quiere más trato con él. || vaya con Dios. expr. U. para despedir a alguien, cortándole la conversación o el discurso. || 2. loc. interj. U. para manifestar la conformidad en la divina voluntad. || vaya por Dios. loc. interj. U. para manifestar conformidad y paciencia al sufrir un contratiempo. || 2. U. para expresar decepción y desagrado. —No podemos ir al teatro: se ha suspendido la función. —¡Vaya por Dios! || vaya usted con Dios, o vaya usted mucho con Dios. exprs. coloqs. U. para rechazar lo que alguien propone. || venga Dios y véalo. expr. U. para invocar a Dios como testigo de una injusticia. || venir Dios a ver a alguien. fr. Sucederle impensadamente un caso favorable, especialmente hallándose en gran apuro o necesidad. || vete con Dios. expr. vaya con Dios. || vive Dios. loc. interj. U. como juramento de ira o enojo. || voto a Dios. loc. interj. U. como juramento. || voto a los ajenos de Dios. loc. interj. vulg. U. a modo de juramento para evitar los que realmente lo son. □ V. alma de Dios, bendito de Dios, bolsa de Dios, brazo de Dios, casa de Dios, clérigo pobre de la Madre de Dios, Cordero de Dios, dedo de Dios, día de Dios, gracia de Dios, hijo de Dios, juicio de Dios, justos juicios de Dios, ley de Dios, ministro de Dios, palabra de Dios, presencia de Dios, Reino de Dios, siervo de Dios, siervo de los siervos de Dios, tata ~, temor de Dios, tribunal de Dios, varón de Dios”.

Como bien ha podido advertir el lector son infinitas las acepciones, significados y expresiones relativas a Dios, y es lógico que así suceda, pues Dios es infinito y no hay manera ni forma alguna de poder reducir los a unas cuantas frases o a un espacio, no importa lo grande y que este sea.

El otro texto del cual nos auxiliaremos en estas reflexiones es el catecismo de la santa iglesia católica que en su prólogo contiene precisiones conceptuales tan importantes que es posible inferir de ellas el significado que para los seres humanos y toda criatura tiene el vocablo Dios, veamos:

1 Dios, infinitamente Perfecto y Bienaventurado en sí mismo, en un designio de pura bondad ha creado libremente al hombre para que tenga parte en su vida bienaventurada. Por eso, en todo tiempo y en todo lugar, está cerca del hombre. Le llama y le ayuda a buscarlo, a conocerle y a amarle con todas sus fuerzas. Convoca a todos los hombres, que el pecado dispersó, a la unidad de su familia, la Iglesia. Lo hace mediante su Hijo que envió como Redentor y Salvador al llegar la plenitud de los tiempos. En él y por él, llama a los hombres a ser, en el Espíritu Santo, sus hijos de adopción, y por tanto los herederos de su vida bienaventurada.

2 Para que esta llamada resuene en toda la tierra, Cristo envió a los apóstoles que había escogido, dándoles el mandato de anunciar el evangelio: "Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28,19-20). Fortalecidos con esta misión, los apóstoles "salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban" (Mc 16,20).

3 Quienes con la ayuda de Dios han acogido el llamamiento de Cristo y han respondido libremente a ella, se sienten por su parte urgidos por el amor de Cristo a anunciar por todas partes en el mundo la Buena Nueva. Este tesoro recibido de los apóstoles ha sido guardado fielmente por sus sucesores. Todos los fieles de Cristo son llamados a transmitirlo de generación en generación, anunciando la fe, viviéndola en la comunión fraterna y celebrándola en la liturgia y en la oración (cf. Hch 2,42).

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Los textos anteriores nos permiten de manera clara aseverar la existencia de una potestad superior, de un ser supremo, de una inteligencia superior, de un Dios o como usted prefiera llamarlo. Lo cierto es que existe autoridad sobre nosotros, desconocer esta situación realmente es una necedad. Tanto es así que la propia palabra de Dios contenida en ese libro llamado la Biblia nos ha reseña que la sabiduría de los hombres es necedad frente a Dios. Esta afirmación descansa en la circunstancia de que los seres humanos queremos y creemos que podemos explicarlo todo racionalmente, o a través de nuestra inteligencia o por intermedio de los diferentes mecanismos y métodos "científicos" [Entrecomillado y negrillas nuestras]. El asunto que plantean nuestras reflexiones se relaciona directamente con nuestras actitudes, formas de conducirnos, manera de actuar, tipo y clases de expresiones que utilizamos para referirnos a las otras personas, a su comportamiento, sus valores, su eticidad, aptitud , competencia, defectos, desviaciones, probidad etc.

Cada uno de nosotros, como ya hemos dicho en muchísimas ocasiones, ha jugado hacer Dios , y por ende nos atribuimos el derecho y la facultad de juzgar, condenar, sin abogados defensores, sin fiscales, sin jueces y sin darle oportunidad a las personas para ser escuchadas en su argumentación o alegatos para defenderse ante la imputación calumniosa , el pronunciamiento de las ofensas en su contra, la difamación de su persona y su familia, la legitimidad y legalidad de los de fortuna o patrimoniales que tiene, de su honorabilidad, de su prestigio, de su fama y de su posición dentro de la sociedad de la cual vive y su proyección como persona en ese entorno. Sí, aunque usted y yo no lo reconozcamos, nos gusta opinar y no sólo esto, sino también afirmar aunque no nos conste el hecho o los hechos que se le atribuyen a una persona, sin importarnos tampoco el grado de amistad o nexo parentesco que pudiera unirnos con la persona aludida. Somos a veces despiadados, malvados, perversos, implacables y muy dados a condenar sin pruebas, pues solamente no hasta la duda sobre esa persona, el rumor, el chisme, la calumnia o como suele decirse en mi país las bolas (rumores) que se corren en la comunidad acerca de la conducta o de otro aspecto relacionado con la persona o conjunto de personas de las cuales hemos hecho un juicio, condena y ejecución.

El gran filósofo griego Sócrates, en alguna oportunidad contó refiriéndose a uno de sus discípulos que se le acercó diciéndole que debía contarle algo con respecto a otra persona. Sócrates le comunico que él poseía tres filtros que usualmente utilizaba cuando la conversación giraba en torno a una persona o ser humano que no se encontraba presente en el momento en que la conversación se producía. El primer filtro, le dijo él a su discípulo, es la verdad, en consecuencia le inquirió preguntándole si a él le constaba que lo que le iba a decir de aquella persona era cierto, a lo cual el discípulo respondió: “No Maestro, no me consta que lo que voy a decirle sea verdad” De seguidas Sócrates se dirigió a su discípulo y le dijo: "Supongamos que aún esté interesado en escucharte, aún tengo un segundo filtro para determinar si realmente quiero escucharlo” Y, el discípulo le preguntó: ¿De qué se trata, Maestro? - “Es el filtro de la bondad, por ello te preguntaré nuevamente: ¿Lo que vas decirme de esa persona es bueno?”- El discípulo respondió, “No, Maestro, por el contrario es muy malo lo que debo decirte” Entonces el Maestro ripostó: ¿Será posible que tú vengas a referirme un hecho que se le atribuye a una persona, cuando tú no tienes la certeza de que sea cierto y además se trate de algo malo? El discípulo bajó la cabeza y le dijo: “No, Maestro, ciertamente es un error, pues no me consta la verdad de ese hecho y mucho menos calificarlo como malo si no lo he constatado” Sócrates nuevamente dirigióse a su discípulo en los siguientes términos: “Si todavía estuviese interesado en escuchar lo que vas a decirme de esa persona, tendría que preguntarte si eso que vas a contarme me traería alguna utilidad. La pregunta la justifico porque la utilidad es el tercer filtro que utilizo para disponerme a escuchar a la gente cuando esta habla o afirma hechos atribuibles a un tercero ¿Qué dices a eso? El discípulo avergonzado le respondió: "No, Maestro, si te cuento lo que no me consta y que es malo según mi opinión, no te traería ninguna utilidad". Ante esta situación Sócrates le refirió: “Pues entonces no estoy dispuesto a escucharte, porque si lo que vas a decir no es absolutamente cierto y encima de ello es malo y además no trae ningún tipo de utilidad, no me interesa escucharlo”. Narra la historia que el discípulo se retiró avergonzado, contrariado pero con una nueva lección aprendida de su Maestro: “No debemos aseverar hechos que nos consten y de los cuales no tenemos certeza alguna, por otra parte si el hecho en cuestión se califica negativamente, con mayor razón no deberíamos propalarlo, y peor aún, cuando en vez de materializarse en utilidad para la sociedad, lo que traería sería dañoso, inútil y nada beneficioso para alguien o para la sociedad”.

He repetido en artículos anteriores que muchas de las orientaciones que siguen las más recientes reflexiones que vengo desarrollando, surgen del libro intitulado "EL DIFÍCIL ARTE DE SER BUENO (P. ZEZINHO. CARACAS. VENEZUELA. EDICIONES PAULINAS. 1991) por esa razón no podría faltar en este artículo la cita oportuna de algunos extractos de ese libro:

96. Las personas que sienten la necesidad constante de apuntar los defectos de los demás, son personas profundamente heridas. En cada crítica malintencionada, subyace una secreta confesión de la propia incompetencia. Son individuos más infelices que malvados.

97. No creas nunca en la honestidad del cuestionador que vive señalando las incoherencias y mentiras de los demás, pero que se enfurece, se resiente, o responde con ironía, cuando alguien osa cuestionarlo. Ese no pasa de ser un psicópata inteligente...

98. El peligroso hábito de juzgar a los demás puede denotar esa milenaria tendencia del ser humano a jugar a hacer de Dios.

Con la mayor facilidad, sin tener el derecho, ni los datos suficientes, sin tribunal, ni jurado, ni abogado defensor, nos erigimos en jueces y reemplazamos a todos estos.

Acusamos, juzgamos y condenamos alguien por las apariencias, casi siempre por alguna antipatía, por algún prejuicio, o lo que es peor, por el placer de parecer que sabemos más o que podemos más que el otro.

Cobardemente juzgamos y hablamos mal de los ausentes, y no le damos derecho de defensa, porque lo que nos interesa no es la verdad y si nuestro propio punto de vista.

Quien murmura sobre la vida ajena, difama o calumnia a los otros, o es malvado o es un débil mental.

Una persona que frecuentemente habla mal de los otros no está cerca de Dios. Hay más del Diablo que de Dios en su vida.

99. Existen críticos honestos, buenos, equilibrados y bien intencionados. Quieren mejorar aquello que critican. Además, saben ver los aspectos positivos de la persona o de la obra que observan. Sin tales críticos, la humanidad ni siquiera habría progresado por que ellos purifican a las personas y a los pensamientos con sus observaciones agudas y sensatas.

Pero también existen los críticos deshonestos, malos, desequilibrados y crueles. Estos no pretenden nada sino anular a las personas y a las obras, destruir y derrumbar. No ven ni quieren ver el lado positivo de nada ni de nadie, pues su deseo es disminuir personas y obras que, la mayoría de las veces no conocen ni comprenden ya que son personas dominadas por la envidia o por el preconcepto.

Así, en cuestión de segundos o minutos, destruyen o intentan destruir lo que costó meses, años, o hasta una vida para lograrse. Tales críticos no pasan de ser personas enfermas. Merecen compasión y nada más".

Creo que hemos expresado en párrafos anteriores y de manera más que suficiente que no se necesita poseer nivel universitario ni mucho menos ostentar títulos de segundo tercero o cuarto nivel para entender que no podemos andar en la vida jugando o haciendo el papel de Dios. Ello no puede ser posible pues nuestra inteligencia en comparación con la de Dios ni siquiera es un punto en el espacio sideral, nunca la vasija podrá superar al alfarero que la hizo. Dios es omnisciente, omnipotente omnipresente; características, que por cierto no poseemos nosotros y es justamente lo que nos diferencia de nuestro Gran Hacedor, El hace las reglas, las modifica según su sabio entender, las cambia, las deja inexistentes, en fin ÉL es dueño y señor de todas las cosas, Él es la plenitud, nosotros somos su creación, a él le pertenece nuestra vista, como bien se dice en el libro de Job, Él nos da la vida pero también Él nos la quita, la vida es de Él y la da o la quita cuando quiere. Nuestra existencia se debe a su gracia, nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro le pertenecen. Entonces ¿Por qué seguir insistiendo en hacer de nuestra vida una serie de acontecimientos y sucesos que afectan la vida de otros de manera negativa? ¿No hemos aprendido que el juzgar y condenar, aunque nuestra pobre racionalidad nos lo sugiera, no nos corresponde? Claro que debemos dejar a salvo la creación de normas que regulen nuestra existencia y la interrelación entre los seres humanos, normas que por demás también suministran las soluciones a la convivencia, la vida en sociedad y a los problemas que se generan con ocasión de la coexistencia en comunidad. Nos referimos obviamente a la ciencia del derecho, a la moral, a la ética y a todas las ramas del conocimiento que hacen posible una existencia caracterizada por la tolerancia, justicia, bien común, prosperidad, bienestar, paz, amor, en una palabra convivencia equilibrada, armónica, alegre y feliz. Estas razones nos obligan a concluir tal y como comenzamos: ¿Somos aspirantes a ser Dios o críticos deshonestos?

Espero y aspiro que el lector sepa dispensarme la crudeza de estas reflexiones, pero cuando se tienen 56 años vividos, y haber sobrevivido a circunstancias y situaciones difíciles y cargadas de dificultades, carencias y sobresaturadas de episodios característicos de la época signada por el materialismo, el consumismo y la ausencia de valores, se podrá entender entonces, que gracias por haber vivido y pasado por esos "desiertos" es que se ha logrado crecer social, económica y espiritualmente. Es en definitiva estar seguros de que no hay otro camino que no garantice la felicidad terrenal y la vida eterna que el camino de la CRUZ, ese es el camino del cristiano, la puerta angosta de la que habla la palabra de Dios, es el camino impregnado de piedras filosas, que te hacen sangrar al caminar, son las tristezas, las enfermedades, los problemas, las dificultades, las contradicciones, la ausencia de resultados ante esfuerzos descomunales para lograr el éxito, son las metas no cumplidas, son las esperanzas que no se concretan, etc. Muchos de nosotros evocamos y creemos en el Cristo que resucitó y a él vamos porque ello significa victoria y triunfo. Pero no transitamos por el Jesús de dolor, el Jesús que tomó su cruz para liberarnos y pagar el precio por nuestras desavenencias, omisiones, transgresiones y pecados. No nos gusta el sacrificio, no queremos abordarlo, no nos interesa vencer la dificultad para obtener el éxito, queremos este último pero con el menor esfuerzo y criticamos a aquellos que se han comprometido para hacer de este un mundo mejor y para ello son capaces de ofrecer hasta su vida para lograrlo. Los criticamos porque nosotros no hacemos lo mismo que ellos, esperamos que el Señor nos lo provea todo, sin esfuerzo alguno, como los israelitas en el tiempo del éxodo. Pero hermano, las cosas no ocurren de esa manera. El refranero popular es sabio, de allí que se afirme que la voz del pueblo es la voz de Dios, por eso en la mayoría de nuestros pueblos latinoamericanos existe un refrán que condensa una filosofía de vida que garantiza el éxito, la prosperidad , y ¿Por qué no decirlo? también la justicia: "A Dios rogando y con el mazo dando". Literalmente significa que debemos confiar en Dios, Él nos provee de lo que necesitamos, ciertamente su palabra nos enseña que Él conoce todas nuestras necesidades, nuestras carencias, todos nuestros cabellos están contados y nada sucede sin que Él lo sepa. No somos capaces ni siquiera de agregar un centímetro a nuestra estatura, pero para Dios nada es imposible. Así que, como corolario es imperativo que transformemos nuestras vidas, doblando la cerviz ante el poder del Señor, subordinándonos y permitir que Él entre a nuestro corazón para que se convierta en nuestro principal aliado en esa transformación, insistimos, la sociedad no puede transformarse en una sociedad más justa sin que antes sus componentes no se hayan transformado y hayan elegido la justicia y la verdad como norte de sus actos, ésta es la gran verdad y si permitimos que Dios nos tome de la mano como un buen padre de familia y nos guíe por los caminos que Él ha seleccionado, nuestra prosperidad, paz, tranquilidad espiritual, riqueza material y espiritual, riqueza familiar, amor y alegría estarán garantizados. Que Jesús de Nazaret, la Santísima Virgen María y la legión de ángeles y arcángeles te prodiguen multiplicidad de bendiciones. Amén... y Amen.-

1 comentario:

Anónimo dijo...

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