domingo, diciembre 07, 2008

ARTÍCULO ¿ COMO ENTABLAR BUENAS RELACIONES PERSONALES ?



ARTÍCULO. ¿COMO ENTABLAR BUENAS RELACIONES PERSONALES?
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR.
MARACAIBO .ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADO Y TRASLADADO A LA RED EN DOMINGO 07 DICIEMBRE DE 2008.

Las relaciones entre los seres humanos en ninguna de las etapas humanidad han sido fáciles, ni mucho menos sencillas. Antes por el contrario, esas relaciones son tan complejas, entramadas, densas, enrevesadas, impredecibles; y en algunas ocasiones inescrutables, que el conocimiento humano ha generado una variedad de disciplinas científicas para estudiarlas, analizarlas, con el objeto de comprender la diversidad de problemas que se materializan en la práctica con ocasión de aquellas. Pueden mencionarse entre otras ciencias: la filosofía, la sociología, la psicología, la comunicación y el lenguaje, las ciencias jurídicas, la historia con sus modalidades propias como la historiografía etc. de allí que no sea una tarea simple el indagar, precisar y diagnosticar la multifactorialidad de agentes que ejercen su influencia en el mundo de las relaciones humanas. Ello obliga a cada ser humano a adaptarse a un conjunto de patrones culturales, conductuales y tipológicos como referentes para conducirse, dirigir y actuar de manera equilibrada, armónica y en paz. En este artículo el lector tendrá la oportunidad de percibir algunos de esos factores y agentes. Entre otros cabe mencionar las normas del hablante y del buen oyente, marco fundamental para una buena comunicación entre personas. El aspecto emocional es otra faceta que caracteriza la interrelación de seres humanos. No es lo mismo el trato que se le pueda dispensar o recibir de aquellas personas mal geniadas, de carácter avinagrado, que las que actúan de manera ponderada, afable y con un trato dulce y comprensivo. El contenido de este artículo podrá servir, al menos como punto de partida, para revisar la orientación, características y valores en los que se fundamentan nuestro trato, nuestra comunicación, nuestra forma de actuar y esencialmente lo que somos capaces de hacer para transformarnos y llevar una existencia en sintonía con Dios y con nuestro prójimo.

Entre otras cosas es necesario que cuando hablemos con los demás, no los interrumpamos, pues esto pudiera percibirse por nuestro interlocutor como un modo de despreciar sus opiniones o cuando menos no considerarlas importantes o en el mejor de los casos, inferiores o de segunda, en relación con la opinión propia. La comunicación es esencial y básica para poder convivir en sana paz, armonía y equilibrio en una sociedad. No se puede andar por la vida ni con el rostro duro, ni con el carácter agresivo, con cara de condenado a cadena perpetua o de cobrador de impuestos. Esta actitud predispone a quienes nos tratan a estar a la defensiva y por supuesto esta circunstancia hace plausible la acritud a priori de unas relaciones que todavía no han comenzado, pero que ya están destinadas al fracaso.

Por otro lado no debemos descalificar a quienes entablan con nosotros cualquier tipo de relación, sea cual fuera esta, debemos ser respetuosos con la opinión ajena, con el actuar del prójimo, con sus creencias y con su particular forma de ver la vida. Es claro que esta obligación desaparece cuando esas opiniones, esas actuaciones, creencias y convicciones estén reñidas con la moral, con las buenas costumbres, con la decencia, con la verdad, con la justicia y con otros valores trascendentes de la personalidad y del ser humano.

Debemos cultivar el hábito de actuar siempre de manera positiva. En esta área hay que destacar que actuamos como pensamos y pensamos como actuamos. Es un binomio indisoluble. Por lo tanto es sugerente erradicar de nuestra mente los pensamientos negativos puesto que pueden y de hecho así sucede, originar actuaciones desequilibradas, poco armónicas y hostiles, que en definitiva aumentan el riesgo de segregación, discriminación y aislamiento de quien actúe de esta manera. No dejemos entonces que estos pensamientos nos invadan y nos empujen a decir y obrar inadecuadamente, impertinentemente, agresivamente, de forma ofensiva o con actitudes deleznables.

Hay que asumir actitudes y conductas que permitan que las personas que se relacionen con nosotros se sientan agradados, contentos, en paz o por lo menos que no se sientan incómodos o presintiendo una reacción negativa o agresiva por parte nuestra. Es más fácil ser amable que tosco y torpe. Además es más provechoso y nos causa mayor alegría y felicidad, ser popular, atento, servicial, solidario y bien pensado que déspota, soberbio, prepotente, a autosuficiente y con complejo de superioridad. Para estos últimos el futuro les depara una vida de cuadritos. En cambio para el ser humano afable, su vida se desarrollará, con toda seguridad, en un marco de gran alegría, de gran paz, de muchos afectos y muchos momentos gratos. Por ello ser bueno y ser afable no es malo. No creamos nunca que nosotros somos mejores que los demás. Por el contrario mucho nos haría bien una gran dosis de humildad y de sencillez. No olvidemos que fue el propio Jesús de Nazaret quien dijo a sus discípulos: "aquel que quiera ser el primero deberá colocarse al último de la fila.... Y aquel que quiera que le sirvan... debería ir pensando en ser servidor de todos.... Entiendan que los últimos serán los primeros y aquellos que por voluntad manifiesten su deseo de que le sirvan... serán servidores". La moraleja de todo este asunto es que debemos preferir ser bondadosos a ser justicieros. Porque la justicia es, siempre, aplicar la medida de darle a cada quien lo que le corresponde. En cambio la bondad es la práctica de dar siempre lo bueno, lo beneficioso, lo favorable, para aquellos que incluso no lo merecen, por una razón muy sencilla: quien yerra, quien ha vivido de espaldas a la verdad, a la decencia, a la probidad, y a los más sublimes valores del espíritu, siempre tienen la gran oportunidad de arrepentirse de sus pecados, en orden a no volverlos o cometer. Recordemos que el señor Jesús nos mandó perdonar hasta 70 veces siete. Tú decides: ¿Quieres mantener una buena relación con tu prójimo? Entonces ya sabes lo que tienes que hacer. Ánimo, gozo, alegría...



ETIQUETAS: cuadritos, últimos, primeros, servidores, déspota, soberbio, prepotente, acomplejado, buena relación,

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