lunes, marzo 23, 2009

LA NOTA CORTA.”PARA CORREGIR AL OTRO …DEBO CORREGIRME”.







LA NOTA CORTA.”PARA CORREGIR AL OTRO …DEBO CORREGIRME”.
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
TOMADA DEL” COMENTARIO “DE SU VERSIÓN ORIGINAL MARTES 29 DE JULIO DE 1997.
RE-PUBLICACIÓN EN LA RED EN LUNES 23 MARZO DE 2009.

Hoy señor queremos nacer de nuevo. Queremos vestirnos con la indumentaria del hombre nuevo. Y esa indumentaria del hombre nuevo, nos conduce a corregir ciertas cosas de nuestra vida. No solamente la corrección nuestra. Corrección interior y de conducta. Sino también la capacidad de corregir al prójimo, con dulzura. Cristo señor mío, tú no quieres en mi, ni el mal ni defecto alguno. Tampoco lo quieres en mis hermanos. Tú has instituido la corrección fraterna para que pueda enmendar a mi hermano. ¿Pero, fraterna? En más de una ocasión mis correcciones poco tienen de fraterno y mucho de grosero y atropellador. Haciéndole sentir al otro su miseria y su defecto. Tú no quieres que yo sea una aplanadora ,que más que curar el mal en el otro, mate al hermano con mi agresión.. En más de una ocasión no hay en mi dulzura, sino acidez. No respeto la ley de esa corrección ,pues hago en publico la corrección que tendría que ser privada .Me falta la ternura suficiente como para esperar pacientemente a mi hermano, sabiendo que Dios, tu padre, también es paciente con nosotros y nos espera hasta el último día. Y creo que hay un motivo para mi falta de dulzura, es que señor, no he aprendido a oírte ni acepto tus correcciones. Soy yo el que no estoy corregido y entonces desde mi pecado, desde mis errores, desde mi falta de visión, desde mi ausencia de cordura, juzgo al otro con dureza y lo corrijo tal como lo juzgo. Sé muy bien, tengo larga experiencia de ello, que tú señor me corriges con dulzura, que tú me perdonas una y mil veces, que tu aceptas mis excusas y que a veces son mentirosas excusas. Sé muy bien que tu nos exhortas a la conversión y respeta nuestra historia, aun nuestra defectuosa y pobre historia. ¿Por qué no obro yo como tu lo haces... acaso no soy un cristiano? Es verdad que debo corregir, porque hacerlo en un signo de interés y de amor .Pero sé que debo hacerlo sin deseos de venganza ni de ambición ni de orgullo. Barre de mí la dureza de mi corazón. Ánimo, gozo, alegría...

ETIQUETAS: bárreme, hazme nacer de nuevo, renacimiento. Corrección agresiva, corregir con dulzura.