ORACIÓN “ORACIÓN DEL MAESTRO”

ORACIÓN “ORACIÓN DEL MAESTRO”

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
TOMADA DE SU VERSIÓN ORIGINAL JUEVES 15 ENERO DE 1998.
TRALADADA A LA RED EN MARTES 28 DE ABRIL DE 2009.


(Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÁLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…” que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radio eléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo-.Estado Zulia.- República Bolivariana de Venezuela. América del Sur).
Autoría del Prof. Dr. Mervy Enrique González publicada: MARTES 28 DE ABRIL DE 2009.


O R A C I Ó N


Señor Dios, te damos gracias, te bendecimos y reconocemos en ti señor, el hijo de Dios, el mesías, el redentor, .También señor en esta mañana queremos darte gracias, gracias infinitas porque tú eres el supremo maestro. El maestro que nos dejó a través de sus discípulos las enseñanzas más puras y más grandes que la humanidad hubiese recibido de persona alguna. Tú eres el gran Maestro, con tu doctrina de amor sembraste en nuestro corazón la semilla que generaría la conciliación entre los hombres y la paz de todos aquellos que tienen buena voluntad. Señor en este día concédeme poseer la ciencia necesaria en mi profesión de maestro, para ser competente en el arte pedagógico .Enséñame a vivir señor unido a los alumnos, con el vínculo de la caridad, a colaborar con sus padres, a estimular sus cualidades personales de alumno y de estudiante, a saber orientarlos en su educación con el consejo y la amistad. Dame señor un espíritu abnegado para que yo testimonie con la palabra y con la vida al único maestro que eres tú: Señor Jesús, el Cristo, amen y amen...


COMENTARIO

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)


Es hermoso, indescriptible e indefinible estar en la presencia del maestro Jesús, pues con su única presencia todos los sentimientos de amor, de armonía y de paz inundan todo nuestro ser. Y en esta conversación matinal que hemos sostenido con nuestro maestro, le hemos alabado y bendecido, le hemos reconocido como el conductor de la humanidad, como su salvador como su mesías, como la guía y la estrella que debemos seguir para tener una vida plasmada de paz, amor, misericordia y justicia, discernimiento y sabiduría, pero también señor, para qué nuestros educadores y nuestros maestros puedan ejercer esa labor pedagógica con amor, con ese amor que tú nos enseñaste señor, en tus enseñanzas a través de tu discípulos. Que en esta mañana señor, nuestros maestros, profesores, puedan señor realizar la tarea tan noble y tan grande de enseñar a nuestros niños, de enseñar a nuestros jóvenes y a nuestros adultos ,guiados con la palabra Dios ,y que nuestros educadores logren entender que es necesario ser competente en el arte de enseñar. Que eso implica tener conocimientos y también saber trasmitirlos. Pero algo que no puede faltar en un maestro y en un educador, es su mística, esa vocación por querer enseñar ,por querer formas, por querer ser modelo de sus alumnos y de la sociedad y no subordinar esta vocación por elementos extraños al arte y ciencia más hermoso, como lo es la enseñanza y que también emulen la palabra del maestro Jesús, enseñando con verdad y enseñando la buena noticia de la paz ,de la comprensión, formando niños y jóvenes que se convertirán en adultos, en adultos que se van a desempeñar en la vida con criterios de recto proceder. Por eso hermano y hermana que me escuchas, vamos a juntar todas nuestras oraciones para que el señor bendiga a todos nuestros maestros, educadores, y que el espíritu santo se derrame sobre ellos para que, abnegación, para que con vocación señor, le enseñen a nuestros niños, jóvenes y adultos, además del conocimiento, la palabra que nos da vida eterna, la palabra del señor. Ánimo, gozo, alegría..


ETIQUETAS: mística, vocación, arte pedagógico, trasmitir,


N O T A D E L A U T O R
AMIGOS Y AMIGAS, esta oración con comentario incluido, forma parte de una larga lista de ellas y que movido por el Espíritu Santo, ofrendaba al Señor de Lunes a Viernes a las siete de la mañana, en un programa radial de opinión, en el que participaba en compañía de una periodista, en el cual mi persona le dedicaba tres minutos o más (dependiendo de la Producción y/o de Máster) a orar y analizar esa oración aplicándola a la cotidianidad de nuestra vida, de nuestros actos, de nuestras, alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, tragedias, tribulaciones, bonanza, prosperidad, bienestar, etc. Todo con la intención de establecer como verdad aquella según la cual Dios siempre está con nosotros, que todo lo que nos ocurre es para bien, que existe un plan o proyecto de salvación para cada uno de nosotros diseñado por el mismísimo Dios, cuyo cumplimiento, decisión y elección depende de ti. Así que -parafraseando la escritura bíblica- “DIOS NOS HIZO SIN NUESTRO CONSENTIMIENTO, PERO NO NOS SALVARÁ SIN QUE LE OFREZCAMOS ESE CONSENTIMIENTO”. ES DECIR, NUESTRO PERMISO Y AUTORIZACIÓN. El Señor es un caballero, y está siempre a las puertas de nuestro corazón, para que le abramos y pueda entrar para guiar nuestra vida y ofrecernos su santidad, gozo, alegría, discernimiento, sabiduría, y sus infinitos dones espirituales y materiales. Esa estación radioeléctrica está situada -todavía está al aire- en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, República Bolivariana de Venezuela.