miércoles, septiembre 02, 2009

ORACIÓN. “CONCÉDEME PACIENCIA EN LAS PRUEBAS”




ORACIÓN. “CONCÉDEME PACIENCIA EN LAS PRUEBAS”

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED MIERCOLES 02 SEPTIEMBRE DE 2009.

O R A C I Ó N

Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus de la Dispersión. Considerad como un gran gozo, hermanos míos, el estar rodeados por toda clase de pruebas, sabiendo que la calidad probada de vuestra fe produce la paciencia en el sufrimiento; pero la paciencia ha de ir acompañada de obras perfectas para que seáis perfectos e íntegros sin que dejéis nada que desear.
Si alguno de vosotros está a falta de sabiduría, que la pida a Dios, que da a todos generosamente y sin echarlo en cara, y se la dará. Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es semejante al oleaje del mar, movido por el viento y llevado de una a otra parte. Amen y amen (Fragmentos de la Carta del Apóstol Santiago, capítulo 1)

C O M E N T A R I O

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)
Tener un encuentro con Dios es llenarse de oleadas de espiritualidad, de amor divino y de ternura celestial. En esta oración te suplicamos señor de nos concedas mucha paciencia en las diversas pruebas, en las dificultades y en las situaciones difíciles que seguramente la vida nos presentará. Estos acontecimientos no deben asombrarnos ni llenarnos de temor. Ellos forman parte de la vida de cada ser, de cada criatura de Dios. El mismísimo Jesús de Nazaret, voluntariamente tomó la cruz de nuestros pecados, de nuestras faltas, de nuestros errores, de nuestras acciones y omisiones. Lo hizo por puro amor a nosotros y por la reivindicación del hombre ante Dios padre. Ese sacrificio de Jesús se llevó a cabo contando con su paciencia, y si nosotros deseamos emular su actitud y comportamiento, no queda de otra, que llenarnos de esa santa paciencia para poder vencer las adversidades propias de la existencia humana. Pero es menester, clamar , orar y suplicar al señor nuestro Dios, que nos conceda esa santa paciencia en nuestra existencia, esa disposición para soportar el llanto, la pena, la tristeza, la desesperanza, el desasosiego, la soledad y el dolor. Las pruebas que nos presenta el destino, la providencia, tienen como finalidad, entre otras, la de precisar y determinar la calidad, la intensidad y el grado de nuestra fe. De allí que resulte en beneficio del ser humano sufriente, transitar por las veredas filosas y empedradas de las enfermedades, de las injusticias, de las carencias económicas, afectivas, emocionales, familiares o de cualquier género. La vida es un proceso continuo de pasar a través de las innumerables pruebas que irán apareciendo en el decurso de nuestra existencia. Debemos estar preparados para ello. Una de las mejores formas "para entrenarse " para las dificultades, problemas y pruebas, es por intermedio de la oración y ejercitándose en una fe activa y dinámica. Todo ello, necesariamente nos orienta a procurar vivir todo el tiempo bajo el control, la supervisión y la permanente comunicación que debemos concretar con Dios. En la medida en que nuestra voluntad se subordine, mayormente, a la de Dios, nuestra vida será más llevadera y poseeremos mayor capacidad, fuerza, inteligencia y habilidad, no solamente para encarar las dificultades, sino para vencerlas. Recordemos esta preciosa palabra de Dios: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". Animo, gozo, alegría...
ETIQUETAS: paciencia, fe dinámica, pruebas


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